De un tiempo a esta parte, aparecen en todas las ciudades, de un tiempo, ya bastante amplio, es imposible no encontrar en las carreteras que cruzan las ciudades, es decir en los núcleos urbanos las elevaciones, o badenes, generalmente en los pasos de cebras, es decir de peatones.
Al parecer cuenta con una reglamentación sobre la elevación que deben alcanzar, para, supongo no dañar a los coches, son de prevención a las velocidades de coches que transitan por nuestras ciudades, y por lo tanto, y en principio un beneficio para las gentes, para nosotros peatones.
Todas las determinaciones, todas las iniciativas, todas las decisiones, de las autoridades municipales, están impulsadas de buenas intenciones y únicamente procurando beneficiar a los peatones; pero estas elevaciones ¿para qué?
Da la impresión, seguramente, equivocada, seguramente, no; equivocada por completo, de que a los ciudadanos, para hacernos cumplir alguna ordenanza tienen que topar con algo, alguien, en este caso un obstáculo, del que no es posible zafarse.
Tal parece que las explicaciones, los razonamientos, las necesidades, la conveniencia de tales normas no calen nunca en los ciudadanos, en nosotros y necesiten, necesitemos, darnos con el obstáculo para que no haya manera de librarse del cumplimiento de la normativa dictada por las autoridades, en este caso municipales, creo, como están tales elevaciones en todas partes.....
De modo que considerarnos a los ciudadanos incapaces de llegar a ningún razonamiento y como consecuencia tomar el camino del obstáculo, no se quien habrá diseñado tal estrategia, pero desde luego van muy alejados de las consideraciones de las gentes.
Señalar a las gentes, tal vez, el problema de los pasos de peatones, no necesario, imprescindible, y lo peligroso, el riesgo a tomar, sufrir o padecer si no se respetan los mismo, tratar de llegar a la sensibilidad de las gentes mediante alguna estrategia que nos conciencia de tal necesidad, en lo referente a los pasos de peatones.
Igualmente a los conductores, ponerles en la situación, de lo arriesgado que supone el no respetar un paso de cebras, dado que la máquina que tienen en sus manos, en proporción a un ser humano, a una persona, con un simple roce, el daño ya puede ser considerable, muy considerable.
Entonces, supongo que tratando de ponerse todos en la situación de prevenir unos posibles daños a gentes, a ciudadanos, tal vez, encontrada la solución sin tales elevaciones, que dan a entender, que tratándose de las gentes, no hayan otro camino, que ponerles un obstáculo en frente para que se enteren, para que nos enteremos del problema.
Algunos de estos badenes, tal parece que tienen un altura excesiva, no se si será de forma intencionada, si hay alguna reglamentación al respecto, pero tal parece que en La Carriona, algunos de ellos, están más elevados que el resto, en otras áreas de la ciudad.
Algunos de estos badenes, tal parece que tienen un altura excesiva, no se si será de forma intencionada, si hay alguna reglamentación al respecto, pero tal parece que en La Carriona, algunos de ellos, están más elevados que el resto, en otras áreas de la ciudad.
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