Es sin duda alguna una satisfacción; el tener ocasión de pasear por la ciudad en la que habitas, en este caso la deslumbrante Avilés; igualmente sorprende la cantidad de espacios verdes encontrados a lo largo de la misma, un hecho a destacar de manera significativa; aparte de aportar belleza y guapura a la ciudad, topamos con la naturaleza.
Es igualmente satisfactorio estar en la ciudad y tener ocasión de contemplar todas las edificaciones presentes, todas, diferentes en formas y colores, sin duda muestra de la originalidad e imaginación de los habitadores de la misma, sin duda un hecho a destacar, de forma significativa; a tope.
Afortunadamente Tenemos |
Es muy gratificante el estar en una ciudad, de cemento u hormigón y tener ocasión de encontrar cada pocos metros parques, o naturaleza viva; árboles o pequeños praus; desde luego un signo de distinción de nuestra ciudad y por ende de sus habitadores.
Recuerdo que hace algunos años la ciudad aparte de su guapura, cordialidad y talento de sus gentes, también era referencia de muchas y grandes empresas, es decir de riqueza, esto parece haber casi desaparecido o desde luego ha menguado, evidentemente.
Está claro que no vamos a continuar o seguir como en el pasado, por fortuna absoluta, pero da la sensación; como que hay un vacío en la ciudad, un espacio que no ha sido cubierto; pendiente el espacio de ser ocupado en el presente.
Es seguro que todo evoluciona, el haber transcurrido el tiempo, nada podría permanecer estancado, seria lamentable y para preocuparse grandemente, pero quizás no haya aparecido la evolución esperada, deseada para tapar los espacios dejados por la evolución, tal vez pendiente todavía.
Poca Presencia Mucha Ausencia |
Es cierto, es evidente, que la deriva de la ciudad no tiene que ir forzosamente por la marcada o señalada por empresas del pasado; pero lo cierto es que el acero, en la actualidad, tiene utilidad, de modo que evolucionar y buscar.......claro.
Tal vez la iniciativa deba transferirse a las gentes de la ciudad, através de los poderes públicos y no únicamente que la deriva sea la codicia de buscar un rendimiento, sin apenas fijarse en las gentes y considerarlas únicamente como partes de una cadena de montaje, que al parecer siguen teniendo protagonismo.
Claro, la llamada iniciativa privada, con dinero de la máquina del dinero, privada también; la tal maquinita, funciona cuando funciona; es evidente que sus aportaciones son enormes; ERES, cuentas corrientes de longitud infinita, consejos de administración, que administran el esfuerzo de los que se esfuerzan, sin dada; imprescindibles.
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